Frame Superlativo

 


El director Wes Anderson contruye en su película "El Gran Hotel Budapest" un clima que tiende hacia la comedia, lo absurdo. Los colores exagerados y saturados, junto con sus contrastes, los movimientos de cámara abruptos (tanto paneos como zoom-in o zoom-out), la simetría de la puesta, los diálogos y la dirección de actores son todos elementos que contruyen dicho clima. El espectador es testigo de encuadres equilibrados y armoniosos.
En este plano específico se trabaja a la perfección la simetría. Asimismo, los contrastes entre los colores y las elecciones de los mismos le dan al relato una determinada construcción (por ejemplo, Dmitri es el "malo"), profundizándolo así a partir de la imagen y su forma plástica.


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